La Voz de Galicia entrevista a Juan lema Rodicio, catedrático emérito del Departamento de Ingeniería Química
Juan Lema, presidente de la Academia Galega de Ciencias: «Tenemos que correr más»
—Acabamos de celebrar el día de la mujer en la ciencia. ¿Cómo está eso?
—Hay un sesgo social en donde históricamente el papel de las mujeres ha sido poco valorado y creo que es momento para ir reconociendo todos estos méritos de mujeres que han estado ocultos. Desde la academia somos conscientes de esta deriva y queremos tomar medidas en positivo, tratando de buscar una situación más equilibrada.
—Otro asunto controvertido es el de poder desarrollar una carrera científica en Galicia.
—Cualquier persona que tenga interés en hacer una carrera científica tiene que realizar una estancia fuera. Y a veces sin retorno. Es un tema pendiente. No solo el retorno, sino la atracción de talento. Es una petición unánime de la comunidad científica y nuestro mayor reto: incorporar currículos brillantes, talento que nos permita avanzar más.
—¿Diría que el nivel científico en Galicia es bueno?
—Estamos en una situación intermedia. Destacamos bastante en algunos ámbitos y en otros estamos muy apagados. Hace falta un esfuerzo; para estar donde estamos tenemos que correr más.
—Tiene usted un currículo impresionante. ¿De qué se siente más orgulloso?
—Me siento muy orgulloso de muchas cosas. Primero me siento muy afortunado de haber encontrado personas con las que formar equipos que me han permitido poner en marcha proyectos difíciles. Estoy orgulloso de haber puesto en marcha la Escuela de Ingeniería. A mí lo que me gusta es poner cosas en marcha y he tenido la suerte de haber arrancado muchas.
—¿Sigue dando clase?
—En el máster. Lamentablemente, no puedo dar clase en grados. Yo daba en primero y me gustaba mucho. Los profesores somos unos privilegiados porque podemos influir en muchas personas. Y eso es una gran responsabilidad. Yo echo en falta el contacto con los alumnos, que vienen con hambre de saber.
—Muchos científicos prefieren la investigación a la docencia.
—Un profesor universitario, o es investigador o no es profesor. Eso lo tengo claro. Se trata de explicar lo que sabemos, no lo que leemos. Y, lamentablemente, en la universidad española hay un porcentaje de profesores que no investigan. Eso no es lo ideal.
—Seguro que para el profesor vocacional, el ejercicio de la profesión es emocionante.
—Desde que empecé a dar clase hasta ahora siento un hormigueo en el estómago antes de la clase. Y siempre me pregunto si estaré al nivel que exigen los alumnos. Esta es una posición que creo que es necesaria para no caer en la rutina y estar pendiente de ofrecer lo máximo.