El Premio Abel, otorgado por el rey de Noruega a imagen y semejanza de los Premios Nobel en Suecia, premia a los mejores matemáticos del mundo (no hay Premio Nobel de Matemática).
El jurado que concedió el Abel a Lax en 2005 lo hizo "por sus rompedoras contribuciones a la teoría de ecuaciones diferenciales parciales y la computación de sus soluciones".
De todas formas, de Lax basta decir que es uno de los principales prodigios matemáticos del siglo XX, considerado el "matemático más versátil de su generación", con contribuciones seminales a muchas ramas de la matemática y también uno de los fundadores de la matemática computacional moderna.
Su vida científica es apasionante: húngaro de origen, fue perseguido por los nazis en su adolescencia y terminó en los Estados Unidos donde fue descubierto por otro gran científico de origen húngaro: John von Neumann, que hizo de él su protegido al darse cuenta de sus prodigiosas capacidades, se lo presentó a Albert Einstein y lo introdujo en la élite científica de los EE.UU.
En 1945, con tan sólo 19 años, el joven Peter Lax se integraba en el famoso Proyecto Manhattan, que construyó la primera bomba atómica (y se dedicó al transporte de neutrones). Posiblemente sea de los últimos científicos que participaron en aquel proyecto que quedan con vida.