Premio Nobel por sus "contribuciones pioneras a la teoría de los superfluidos".
Las sorprendentes propiedades del mundo cuántico suelen producirse solo a escala atómica, pero en los materiales superconductores (que transportan corriente eléctrica sin pérdidas) y superfluidos (fluidos carentes de viscosidad) sus singularidades son visibles a escala humana, por ser manifestaciones de fenómenos cuánticos en la escala macroscópica.
El mecanismo por el que adquieren estas inusuales propiedades consiste en que un gran número de las partículas que forman el material entran en un estado colectivo, en el que comparten una función de onda cuántica común, extendida sobre longitudes macroscópicas. Esto lleva, por ejemplo, a que los superfluidos presenten viscosidad cero, o los superconductores resistencia eléctrica nula, en ambos casos debido a la imposibilidad de la función de onda colectiva de experimentar cambios continuos. Estas propiedades son importantes no sólo por su evidente aplicación en la tecnología y ciencia de materiales, sino porque proporcionan una oportunidad única de estudiar las características cuánticas "a simple vista".
En 1972, el Prof. Leggett proporcionó el marco teórico para la comprensión del fenómeno de la superfluidez en el Helio-3, uno de los dos sistemas superfluidos conocidos hasta el momento. Además de esta contribución fundamental, la actividad investigadora del profesor Leggett ha abarcado un rango particularmente amplio de temáticas de la física de la materia condensada. Destacan por ejemplo sus contribuciones pioneras para la compresión de las interacciones entre sistemas cuánticos y macroscópicos, o de los condensados de Bose-Einstein.
Cuenta además con una notable formación humanística y se ha interesado profundamente por aspectos tocantes a los fundamentos de las teorías físicas, tales como la completitud de la mecánica cuántica en su formulación actual.
Desde 1983 ocupa una prestigiosa cátedra MacArthur en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. También es catedrático del Centro de Estudios Avanzados de la misma Universidad. Entre los numerosos premios de primera magnitud con que ha sido galardonado durante su carrera, cabe destacar el premio Fritz London (IUPAP, 1981) o el premio Wolf de Física (2003). Ha sido nombrado Caballero por la reina Isabel II "por sus servicios a la física" (2004). Continúa manteniendo una fructífera actividad investigadora, como lo demuestran por ejemplo sus recientes estudios sobre las posibilidades de ordenamiento magnético de espines en sistemas bidimensionales (2011).