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Ana Manuela de Azevedo: «La colaboración entre investigación e industria impulsa el crecimiento del sector acuícola, promoviendo la salud y el bienestar de los animales»

Ana Manuela de Azevedo es doctora en Veterinaria por la USC
Ana Manuela de Azevedo es doctora en Veterinaria por la USC
Doctora cum laude en Veterinaria del Campus Terra, Ana Manuela de Azevedo enfoca su trabajo como investigadora en los procesos patológicos inherentes a las enfermedades de los pescados

Los pescados pueden ser claves para encontrar la cura a muchas de las afecciones que padecen los seres humanos, desde enfermedades raras hasta el cáncer. La manipulación genética permite expresar en estos animales procesos relacionados con determinadas patologías, observando su progresión y analizando la efectividad de las distintas terapias.

Ana Manuela de Azevedo,  licenciada y doctora en Veterinaria por la Universidade de Santiago de Compostela, combina la docencia con la investigación en el Grupo de Anatomía Patolóxica Veterinaria del Campus Terra, donde estudia las enfermedades de los pescados. Un trabajo con un triple beneficio.

Para comenzar, su labor tiene como objetivo ayudar a mejorar la salud y el bienestar de estos animales. Por otro lado, su trabajo puede tener aplicaciones muy valiosas para las empresas de acuicultura, con las que ya colaboró en el pasado, especialmente a la hora de aumentar la productividad y la seguridad alimentaria. Y, por último, sus investigaciones abarcan también el estudio de patologías en pescados modelo de enfermedades humanas, como el pescado cebra.

En sus ratos libres, Ana Manuela de Azevedo dedica su tiempo a la lectura, a la música y al baile tradicional gallego. Una pasión que la llevó a participar en dos grupos corales de Lugo. Además, forma parte de la asociación de estudiantes pre y posdoctorales, AgroMar, que también promueve la divulgación científica de las investigaciones del Campus Terra, una entidad que promueve además el bienestar animal, la producción sostenible y el enfoque One Health, que apuesta por abordar de forma conjunta la salud humana, animal y ambiental.

Un enfoque cuyos beneficios quedan de manifiesto en esta entrevista.

-Se convirtió en doctora cum laude por la Universidade de Santiago de Compostela con una tesis doctoral centrada en las anomalías esqueléticas del lenguado senegalés. ¿Encontró alguna solución que contribuya a contrarrestar la alta tasa de anomalías de esta especie?

-Mi trabajo de doctorado consistió principalmente en caracterizar las malformaciones esqueléticas en diferentes etapas de cultivo de esta especie. En la altura se sabía muy poco sobre este problema y cómo afectaba a la acuicultura del lenguado. Por eso eran necesarios estudios que analizaran esas anomalías, las estructuras del esqueleto y a cuántos pescados afectaban, etc.

Estos estudios contribuyeron a conocer más en profundidad cuáles eran los perfiles de anomalías para las diferentes etapas del desarrollo del lenguado, una especie de pescado plano muy prometedora para la acuicultura gallega. Este trabajo sienta las bases para futuros estudios comparativos que analicen el efecto de diferentes factores involucrados en el desarrollo de estas malformaciones, de forma que se pueda prevenir o mitigar este problema.

-Otro de los protagonistas de su trabajo es el pescado cebra. ¿Por qué esta especie es tan atractiva para la investigación?

-Mi trabajo en pescado cebra deriva de colaboraciones con grupos de investigación que trabajan más directamente con esta especie, como es el caso del grupo Acuigen, de la USC. El pescado cebra es un pescado de agua dulce, que exhibe muchas ventajas para la investigación.

A nivel práctico, es una especie pequeña, con pocos requerimientos en cuanto a su mantenimiento, siendo fácil su reproducción y cultivo en acuarios de laboratorio. Además, debido a esa facilidad reproductiva y gracias a un intervalo generacional corto, se pueden obtener muchos individuos en poco tiempo, agilizando su análisis.

Por otro lado, esta especie mantiene un cierto grado de transparencia de su tejidos desde la fase de huevo hasta juveniles, facilitando la observación de sus órganos, incluyendo su desarrollo en el animal vivo.

En lo que a mí me concierne, se consigue ver el esqueleto de los animales mediante tintes. Además, y gracias a esa misma transparencia, se pueden observar determinadas células marcadas y su localización en el animal vivo, pudiendo hacer un seguimiento de su estado.

Actualmente, con el conocimiento de su genoma y el desarrollo de nuevas técnicas de imagen y de manipulación genética, se puede disponer de líneas mutantes que mimetizan muchas enfermedades tanto en personas como animales en este pescado, permitiendo su estudio profundizado, que tal vez podría contribuir para la prevención, tratamiento o mejora de las condiciones de vida de las personas o animales afectados.

-El pescado cebra, además, comparte alrededor de un 70 % de su genoma con el de los seres humanos. ¿Podrían los estudios ictiopatolóxicos de estos pescados aplicarse para mejorar lo manejo de determinadas enfermedades en las personas? ¿Que afecciones podrían verse más beneficiadas?

-El uso del pescado cebra como modelo para enfermedades en personas y animales está aumentando de forma exponencial por las ventajas mencionadas antes. Existen otros grupos de investigación de la USC que trabajan más directamente con este modelo, ya que se pueden manipular genéticamente estos pescados para expresar o inhibir determinados procesos asociados a una determinada enfermedad y así estudiar los mecanismos moleculares relacionados o el efecto de determinadas terapias.

En el caso de las enfermedades con un alto componente genético, se puede incluso intentar mimetizar esa variación genética en los pescados cebra y estudiar su comportamiento en los pescados afectados. Este es el caso de una enfermedad ultra-rara causada por un defecto congénito de glicosilación en la que trabaja mi compañera Nerea Gandoy con el grupo de genética de la USC, Acuigen.

GAPAVET trabaja con varios grupos de investigación a nivel internacional
GAPAVET trabaja con varios grupos de investigación a nivel internacional

-Realizó sus estudios de doctorado en estrecha colaboración con una empresa del sector de la acuicultura. ¿Qué potencial tiene su trabajo para mejorar la gestión y la supervivencia de las poblaciones de pescados para estas compañías?

-El sector de la acuicultura es de vital importancia para Galicia. El crecimiento de las empresas del sector va de la mano con la apuesta por la investigación y la innovación, encaminadas a aumentar la productividad y sostenibilidad de esta forma de ganadería.

Por el otro lado, también la investigación necesita el apoyo y la colaboración del sector para poder entender y dar respuesta a problemas de una forma más aplicada. Con nuestro trabajo logramos optimizar el radiodiagnóstico para el lenguado senegalés, y establecer escalas de valoración de las malformaciones en diferentes etapas de su desarrollo. Estos resultados constituirían los primeros pasos de un ancho proceso que busca reducir la frecuencia de estas anomalías vertebrales en esta especie y mejorar la calidad del producto.

En definitiva, la colaboración entre veterinarios, investigadores, técnicos y productores es fundamental para promover el crecimiento del sector, la seguridad alimentaria y el bienestar animal.

-En la Universidad de Gante participó en el grupo de trabajo del profesor Witten, que es miembro de la red BiomedAqu, y colaboró en otros proyectos con grupos internacionales. ¿Por qué es importante para la investigación tejer redes de colaboración entre diferentes países?

-En mi opinión, la investigación científica es una actividad que se realiza en equipo, en colaboración, ya que una no es detentora de todo el conocimiento en una materia. La multidisciplinariedad de las investigaciones permite avanzar y enriquecer el conocimiento fundamental, promoviendo la aplicación de estos en diferentes y nuevos campos de la ciencia.

Además, compartir experiencias, técnicas y conocimientos entre investigadores, como seres sociales que somos, permite establecer relaciones más estrechas para crecer tanto a nivel científico como personal.

-En el 2011 aterrizó en el laboratorio de Anatomía Patológica Veterinaria (GAPAVET) del Campus Terra, donde continúa a día de hoy. ¿Qué trabajos recuerda con más orgullo y cuál es su función actualmente?

-Desde que me incorporé al grupo de investigación en Anatomía Patolóxica Veterinaria trabajé cómo investigadora (pre y posdoctoral) en diferentes campos de la ictiopatología. Tengo la suerte de disfrutar de aquello que hago, y trabajo con ilusión para entender mejor algunos de los procesos patológicos inherentes a las enfermedades de los pescados y de esa forma contribuir al conocimiento de la salud animal.

Me gusta también participar en investigaciones más aplicadas a la resolución de problemas reales que afectan a los pescados y para dar respuestas a las empresas, aunque muchas veces no se consiga encontrar una solución definitiva.

-¿Por que es importante un grupo como GAPAVET dentro del Campus Terra?

-Este grupo de investigación encaja perfectamente en los ejes científicos prioritarios del Campus Terra, sobre todo en el que toca a la Producción y Salud Animal sostenibles y Alimentación Segura y Saludable. Las investigaciones de este grupo están ligadas a la mejora de la salud y bienestar de los pescados, también de acuicultura, promoviendo la seguridad alimentaria en el ámbito de una única salud (OneHealth).

-¿Con qué tecnologías trabaja en su día a día? ¿Y cuáles cree que serán las innovaciones que definirán el futuro de su campo de estudio?

-Trabajo con microscopios y esteromicroscopios de manera rutinaria, aunque uso muchas técnicas de imagen y la radiografía en colaboración con el equipo de radiología del Hospital Veterinario Universitario Rof Codina. Creo que los nuevos avances de la Inteligencia Artificial y su aplicación al diagnóstico y reconocimiento de patologías puede ser una importante herramienta también en el sector acuícola.

-¿Como surgió su interés por la histopatología y la ictopatología?

-Siempre tuve pescados en mi casa y tuve interés por su salud y bienestar. Durante la carrera y el máster tuve la oportunidad de tener más contacto con las patologías que les pueden afectar y seguí por esa línea.

-Para finalizar, ¿Qué consejo le daría a todos aquellos estudiantes que desean desarrollar su carrera profesional en esta disciplina? ¿Cuáles son las competencias que deberían adquirir?

-El consejo que le daría a las personas que deseen comenzar su carrera profesional en el ámbito de la ictiopatología es que busquen a grupos de personas expertas de las que aprender y compartir experiencias. Creo que es importante saber trabajar en equipo y tener una mente abierta, con entusiasmo por continuar formándose durante toda su vida profesional.

Los contenidos de esta página se actualizaron el 03.04.2024.