Fogate, donde la niebla se transforma en agua
Más de 2.000 millones de personas en todo el planeta siguen sin tener acceso a agua potable. Lo dice el Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de la Unesco. Toda ayuda para contribuir a frenar este problema, por tanto, es más que bienvenida. Como la que ha propuesto un equipo multidisciplinar formado por seis jóvenes al desarrollar el proyecto Fogate, una tecnología que captura las gotas de agua presentes en la niebla.
Su proyecto recibió uno de los dos segundos premios en la cuarta edición del Terra Creative Jam, el programa de emprendimiento impulsado por el Campus Terra a través del Área de Valorización, Transferencia e Emprendemento da USC (AVTE) en colaboración con la incubadora Lug Open Factory.
El proyecto Fogate es una iniciativa tecnológica que tiene sus pilares en el la sostenibilidad y el cuidado de los recursos hídricos. En esencia, Fogate transforma la niebla en una fuente de agua y energía a partir de condiciones climáticas específicas, como las que se registran en zonas costeras o de alta montaña.
Los creadores de esta tecnología han fabricado unas mallas especialmente diseñadas para capturar las gotas de agua presentes en la niebla. El prototipo diseñado y fabricado por los impulsores de Fogate es capaz de recoger el agua de la niebla, filtrarla y, a partir de ese recurso, producir energía con la que llevar agua a zonas desabastecidas.
El proyecto premiado por Terra Creative Jam tiene el potencial de ayudar a comunidades agrícolas y rurales que, pese a contar con presencia de niebla de forma recurrente, se enfrentan a la escasez de recursos hídricos en algunos momentos del año.
Un futuro autosuficiente y ecológico
Lo explican de forma detallada los impulsores de Fogate: «Muchas de estas zonas, como las regiones costeras y montañosas, tienen niebla en abundancia, pero les faltan recursos hídricos estables para el desarrollo agrícola. Al darnos cuenta de que la niebla podía ser una fuente de agua sin explotar, decidimos desarrollar un sistema eficiente para recolectarla y utilizarla, ofreciendo una solución sostenible que podría mejorar la vida en estas comunidades y contribuir a un futuro más autosuficiente y ecológico».
Detrás de este proyecto se encuentra un equipo multidisciplinar de seis jóvenes que han puesto sus capacidades y conocimientos al servicio de una iniciativa con un potencial de impacto económico y social más que evidente.
Iheb Fendri, licenciado en Diseño de Interiores y en Asesoría de Imagen Personal y Corporativa; Michael Gerges, licenciado en Ciencias de la Computación y especializado en Ingeniería de Software; Nerea Otero, grado en Educación Infantil; Pablo Ramírez, estudiante del grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos; Eladio Pomares, a punto de finalizar el grado en Magisterio; y Karla Soto Wipplinger, actualmente realizando un intercambio en la carrera de Ingeniería Agrónoma, son los seis impulsores del proyecto Fogate.
Sobre el futuro, los seis confían en llevar su tecnología al máximo número de comunidades y territorios necesitados de recursos hídricos. «Planeamos optimizar la tecnología de captación y filtración de niebla, haciéndola aún más eficiente y accesible económicamente. También estamos explorando la posibilidad de integrarnos en redes de colaboración con ONGs y gobiernos locales para que Fogate pueda implementarse en más zonas rurales y comunidades agrícolas».
En este proceso de mejora e innovación, también se proponen optimizar los procesos de generación de energía.
¿Su objetivo? Convertir Fogate en una solución estándar para todos aquellos lugares que necesitan de un aporte constante de agua.