El Campus Terra se blinda contra el plagio
El aula e-Terra, situada en la Biblioteca Intercentros del Campus Terra de la USC, acoge este martes 22 y miércoles 23 de mayo la actividad formativa ‘Uso de la herramienta antiplagio Turnitin’ destinada a profesorado de la USC en Lugo que dirija tesis de doctorado, así como trabajos de fin de grado y/o máster, y que posea la licencia para el manejo de esta herramienta, con la intención de que tome conciencia del problema ético y metodológico que supone el plagio y que aprenda a manejar el software Turnitin, el cual revisa documentos en la búsqueda de contenidos no originales.
Este curso, impartido por el profesor del Departamento de Economía Financiera y Contabilidad de la USC, José Raúl Canay Pazos, ofertaba en un primer momento quince plazas pero debido al alto número de solicitantes, el Campus Terra optó por ampliar el número de alumnos/as de entre todas las personas que se inscribieron dentro del plazo establecido y que cubrían los requisitos. “En total, cuarenta y cinco docentes de la USC en el Campus Terra serán formados en el manejo de este software”, afirma la gestora de Especialización de la Oferta Docente del Campus Terra y organizadora del curso, Margarita Vilela. El alumnado se divide en tres turnos: a los quince que serán formados el 22 y 23 de mayo, hay que sumar los treinta restantes que recibirán formación el 5 y 6 de junio, quince en turno de mañana y quince en turno de tarde.
La actividad formativa ‘Uso de la herramienta antiplagio Turnitin’ responde a cuestiones tales como qué es el plagio, identificando sus causas, así como procedimientos de detección y prevención; y muestra cómo se gestiona la cuenta de este software, entre otros contenidos que se reparten a lo largo de doce horas, seis de las cuales se realizan a través del campus virtual, mientras que las otras seis son presenciales.
Desde marzo de 2018, la USC posee 2.000 licencias de la herramienta antiplagio Turnitin, de las cuales 340 pertenecen a docentes del Campus Terra. Estas licencias son repartidas por los propios centros entre su profesorado con el objetivo de que cada profesor/a que dirija tesis de doctorado, así como trabajos de fin de grado y/o máster, disponga de una licencia de instructor/a que le permita detectar trabajos potencialmente fraudulentos.