Constatan la influencia de las aves marinas sobre el ciclo global del nitrógeno y el fósforo
Las aves marinas modifican las condiciones ambientales de las zonas concretas en las que establecen sus colonias de reproducción, transformando drásticamente la composición de los suelos, el agua y la vegetación. La magnitud de este impacto lo estudiaron investigadores de la Universidad de Santiago, que evidenciaron que estas especies actúan como un importante canal de transferencia de fósforo y nitrógeno desde las aguas oceánicas a los continentes.
Según sus cálculos, anualmente son depositadas en las colonias de cría a través de los excrementos 510.000 toneladas de nitrógeno y 99.000 de fósforo, cantidades semejantes a las de las aportaciones fluviales realizadas por el conjunto de todos los ríos del mundo “o incluso del nitrógeno y fósforo extraídos de las aguas marinas por la actividad pesquera”, apuntan.
Los resultados del trabajo liderado por el profesor de Edafología y Química Agrícola de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus Terra Xosé Luis Otero, y que acaba de publicar la prestigiosa revista Nature Communications, supone una importante contribución a los ciclos del nitrógeno y fósforo, elementos que juegan un papel crucial en la productividad marina.
Además del profesor Otero firman el artículo el catedrático de Geografía Física de la USC Augusto Pérez Alberti y el investigador Saúl De La Peña, junto con investigadores de las Universidades de Sao Paulo (Brasil) y de la Autónoma de Baja California (México). Todos ellos proponen un nuevo término, ‘ornitoeutrofización’, para designar el impacto de las colonias de las aves marinas sobre los ecosistemas costeros.
Islas Atlánticas
Para la investigación, titulada ‘Seabird colonies as important global drivers in the nitrogen and phosphorus cycles’, el equipo científico trabajó en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, que funcionó cómo “un auténtico laboratorio natural” de donde salieron los primeros datos acerca de la relevancia de las aves marinas sobre el ciclo global del nitrógeno y el fósforo.
La investigación, financiada por el Organismo Autónomo Parques Nacionales y el programa de Becas Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales 2016 de la Fundación BBVA, comenzó con el cálculo previo de la población mundial de aves marinas reproductoras, dando como resultado un total de 804 millones de individuos. Posteriormente, tras aplicar un modelo bioenergético “que considera parámetros básicos como tamaño, tipo de alimentación, tasa de eficiencia energética y tiempo de residencia en la colonia de cada especie” se cuantificó la cantidad total de nitrógeno y fósforo excretado por los adultos y crías en las colonias.
Los investigadores determinaron también la distribución mundial de la aportación global, para lo cual fue necesario analizar más de 3.000 colonias, y constataron que pese a que las aves marinas se distribuyen por igual en las zonas circunspolares, más del 80% de nitrógeno y fósforo se deposita en el hemisferio sur, debido al mayor tamaño de las especies en esa parte del planeta. Entre ellas, sobresalen los pingüiños (especialmente lo de macaroni) en el hemisferio sur y el arao común en el norte.