Ingeniería de palo en el Campus Terra de la USC
La valorización de los recursos forestales y el aprovechamiento de la madera para usos estructurales es una de las líneas de actuación en las que el Campus Terra de la USC avanza despacio, aunque de forma ininterrumpida. La construcción de la cubierta (gridhsell) de eucalipto instalada hace unos meses en el lateral de uno de los pabellones de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería sirvió para hacer visible las múltiples utilidades y prestaciones que ofrece la madera para soluciones de obra civil o edificación. El camino iniciado por la Plataforma de Madera Estructural (Pemade) de la USC con el desarrollo de esta estructura singular y pionera en el mundo, encuentra ahora continuidad con la instalación de un invernadero de madera de pino en la finca de prácticas de la EPSE, localizada en el barrio lugués de Sanfiz.
La construcción de este nuevo invernadero, la primera infraestructura hecha íntegramente de madera que se levanta en la finca de prácticas de la EPSE, se encuadra en las actuaciones desarrolladas al amparo del programa TerraUSCvida, un proyecto de investigación coordinado por el profesor del Departamento de Ingeniería Agroforestal de la USC Xan Neira Seijo y que contó con financiación del Consejo Social de la USC.
Esta nueva infraestructura universitaria estará dedicada a la producción ecológica y a la reproducción de semillas libres y autóctonas, según explicó Neira Seijo. El también vicepresidente de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica (Seae) señaló en este sentido que el uso previsto para este invernadero propició que su construcción hubiese respondido también a criterios o parámetros ecológicos, razón por la que se optó por emplear materiales de bajo impacto ambiental o ecológicos, tal y como es la madera de pino.
El diseño del invernadero es obra del equipo humano de Espiga, quien trabajó en esta actuación en estrecha colaboración con las empresas CasaBio y Decologic, que se ocupó de la aplicación de aceites y demás tratamientos adecuados para preservar la madera de una infraestructura cuyo esqueleto o armazón ya está montado sobre el terreno, gracias a la colaboración de personal voluntario, a la espera de una cubierta.
“Se trata de una construcción orientada a la vida y respetuosa con la salud de sus moradores y del medio ambiente”, destaca Neira Seijo, al tiempo que añade que este tipo de soluciones arquitectónicas en las que se emplean materiales sostenibles y libres de tóxicos, procuran la máxima eficiencia energética y son válidas también para dar a cobijo tanto la animales como incluso a personas.
Detalle constructivo
El invernadero ecológico del Campus Terra de la USC presenta una estructura recíproca basada en el ensamblaje tridimensional de elementos que se apoyan mutuamente unos en otros y garantizan así el equilibrio de la construcción. Este tipo de arquitectura está inspirada en un diseño de Leonardo de la Vinci conocido cómo ‘Ponte Da Vinci’ y que está recogido en el Códice Atlántico, uno de los volúmenes incluidos en el Codix Matritensis (Madrid, 1965).
El arco o puente diseñado inicialmente por Leonardo de la Vinci es una solución constructiva adecuada para salvar grandes luces a través del empleo de piezas cortas, manejables y de fácil provisión. Además, uno de los méritos que presenta la estructura o armazón de este invernadero ecológico consiste en no precisar de ningún elemento externo de sujeción, ya que tras un buen estribado, ninguna pieza de madera puede salir de su posición.
Dimensión agroecológica
El invernadero de madera está llamado a ser el elemento más visible del futuro espacio agroecológico habilitado en la finca de prácticas del Campus Terra de la USC. De hecho, esta infraestructura presidirá, a manera de atalaya, una pequeña parcela de terreno en la que está prevista la plantación de, entre otras especies, árboles frutales autóctonos y en el que también se instalarán sistemas de aprovechamiento de aguas pluviales, a fin de poder desarrollar así ensayos de riego.