La presencia de elementos tóxicos en cereales de Kazajistán centra la primera tesis hecha por una kazaja en el Campus Terra de la USC
El estudio sobre la presencia de elementos tóxicos y micotoxinas en cereales en Kazajistán centra la temática de la tesis de doctorado que acaba de presentar en la Facultad de Veterinaria del Campus Terra de la USC Damira Tattibayeda, una investigadora asiática llegada a Lugo a través de una bolsa del programa Eramus Mundus y que se convierte en la primera kazaja que alcanza el título de doctorado en el Campus Terra de la USC.
El objetivo de la investigación de doctorado realizada por Damira Tattibayeda bajo la dirección de los profesores Carlos Franco Abuín y Graciela Nebot García, pasa por estudiar y cuantificar la presencia y los niveles de varios contaminantes en cereales cultivados en Kazajistán, un país en el que hasta la fecha no se había acometido ninguno o, cuando menos, no se había publicado ninguna investigación sobre la presencia y concentración de metales pesados y aflatoxionas en cereales.
La pertinencia de este tipo de estudios es si cabe mayor en Kazajistán, dada la grande riqueza minera que cobija esta república. Además, según señala esta investigadora, es posible que la explotación de los recursos mineros en este extenso país de 2,7 millones de kilómetros cuadrados se traduzca en contaminación tanto de metales tóxicos como el cadmio o el plomo, como por otro tipo de metales, como con el vanadio, cuya concentración también podría llegar a deparar niveles de toxicidad.
Damira Tattibayeva acometió en su tesis de doctorado un estudio del arroz producido en la provincia kazaja de Kyzylorda, localizada al Sur del país, una región situada cerca del mar de Aral y del Cosmódromo de Kyzylorda tradicionalmente considerada como muy contaminada. Los resultados de las pesquisas realizadas reflejan que el arroz integral presenta niveles de contaminación relativamente altos tanto en metales tóxicos cómo en otros elementos esenciales. La contaminación en este tipo de arroz por metales pesados fue más alta que la apreciada en el arroz blanco.
De hecho, en la investigación se encontraron de manera específica algunas muestras de arroz con altos niveles de arsénico inorgánico, por encima de los niveles máximos que marca la FAO. Tattibayeva también estudió en su tesis la concentración de metales pesados en arroz blanco cultivado en Kazajistán, Portugal y España, para después calcular la ingesta media de metales tóxicos por parte de la población. De acuerdo con este estudio comparativo y dado el mayor consumo de arroz que registra Portugal en relación con España y Kazajistán, la investigación concluye que la población portuguesa alcanza unas tasas de exposición a ciertos elementos mayor que la que se registra en España o en Kazajistán.
La investigadora kazaja también estudió los metales pesados y elementos esenciales en muestras de trigo de varias partes de Kazajistán productoras de este cereal. Los métodos estadísticos permitieron diferenciar el trigo de las distintas procedencias del país y también hizo posible comprobar como el lavado del mineral con agua exenta de contaminantes permite bajar significativamente los niveles de contaminación de este cereal.
Otro de los parámetros abordados en el marco de esta investigación afecta al estudio de la contaminación por micotoxinas en un producto tradicional que consume la población kazaja de origen turco como es el talkan, un producto alimenticio resultante de la mezcla de cereales tostados, especialmente mijo, que se emplea como alimento energético. Las investigaciones realizadas concluyen que hay una importante contaminación por ciertas micotoxinas, sobre todo de zearalelona, lo que hace que ingerir este alimento pueda deparar un riesgo para la salud.
Tribunal de tesis y calificación
El profesor de la Universidad de A Coruña Alejandro Pazos, que también es académico de la Academia de Farmacia de Galicia, presidió el tribunal encargado de evaluar la tesis de doctorado presentada por Damira Tattibayeva, quien mereció la máxima calificación de sobresaliente cum laude. El profesor de la Universidad de Coímbra Fernando Ramos y el director del Laboratorio de Higiene, Inspección y Control de Alimentos (Lhica) del Campus Terra de la USC, Alberto Cepeda, que actuó como secretario, completan la formación del tribunal.