Sr Rector, Sras y Sres Vicrrectores, Sra Alcaldesa, autoridades, Prof Dr. Klaus von Gadow, Señoras y señores:
Permítanme que empiece recalcando que hoy es un día especialmente señalado en el calendario académico de nuestra institución universitaria, y lo es por varias razones
En primer lugar por tratarse de la investidura de un Doctor Honoris Causa, la mayor distinción que la Universidad de Santiago de Compostela concede a título individual, y en cuya concesión no sólo se valoran los méritos y repercusión de la investigación o la docencia sino también, y de forma preferente, la contribución del candidato al progreso de la Universidad de Santiago de Compostela.
En segundo lugar, por realizarse esta ceremonia en el Campus de Lugo y en este salón de actos de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería. Es verdad que el entorno del Salón Noble del Colegio de Fonseca en Santiago de Compostela es inigualable pero, a mi entender, mucho más importante que el entorno es el arraigo personal del Prof. Klaus von Gadow con este centro y con esta ciudad del que hace gala allá por donde va.
En tercer lugar, por tratarse de un doctorado honoris causa en una rama del saber, la ciencia forestal, que no suele ser foco de interés ni dar lugar a grandes titulares pero que se centra en el estudio de ecosistemas fundamentales en nuestra vida y de cuya sostenibilidad somos, en buena parte responsables.
En su informe sobre el estado de los bosques del mundo de 2018, la FAO destaca que “Los bosques son fuente de alimentos, medicinas y combustible para más de mil millones de personas. Además de ayudar a responder al cambio climático y proteger los suelos y el agua, albergan más de tres cuartas partes de la biodiversidad terrestre mundial, proporcionan numerosos productos y servicios que contribuyen al desarrollo socioeconómico y son particularmente importantes para cientos de millones de moradores de las zonas rurales, entre los que se cuentan muchas de las personas más pobres del mundo.”
Se prevé que la población mundial aumente de los 7 600 millones de personas actuales a cerca de 10 000 millones para 2050. La demanda mundial de alimentos está ejerciendo una enorme presión sobre el uso de la tierra productiva y la deforestación, causada principalmente por la conversión de la tierra forestal en zonas de agricultura y ganadería, es una grave amenaza. Por lo que encontrar la manera de aumentar la producción agrícola y mejorar la seguridad alimentaria sin reducir la superficie forestal es uno de los mayores problemas de nuestro tiempo.
Pero además, todas estas razones, que ya son motivos sobrados para destacar la relevancia del acto, se ven reforzadas por la reputación personal y científica de la persona a la que se hace esta distinción, el Profesor Klaus von Gadow.
Aunque mi labor como padrino es destacar sus méritos, me van a perdonar si no me paro a enumerar las razones por la que esta distinción al Prof. Klaus von Gadow es totalmente merecida. Como ya he tratado de decir antes en latín, intentado ser aplicado en mi pronunciación, aunque seguramente con escaso acierto, sus méritos, sus enseñanzas y, sobre todo sus obras hablan por él.
Nuestra relación de amistad y la colaboración científica con Klaus von Gadow ha tenido dos momentos muy importantes. El primero fue cuando hace más de 22 años tuvimos la suerte de que eligiera nuestro centro para realizar una estancia sabática de 5 meses. En aquel momento las titulaciones de Ingeniero Técnico Forestal e Ingeniero de Montes llevaban poco tiempo impartiéndose en nuestra Escuela (7 y 4 años, respectivamente) y un grupo de nuevos profesores nos habíamos incorporado para completar la docencia de estas titulaciones junto con otro profesores con más experiencia que conformaban el germen de esta Escuela en las titulaciones de Ingeniero Técnico Agrícola e Ingeniero Agrónomo.
Yo era un profesor asociado que estaba a punto de defender la tesis doctoral en la UPM. En aquellos momentos no teníamos a nuestra disposición los medios actuales y manejábamos un número limitados de artículos y trabajos de investigación con no más de 40 referencias, de las cuales no más de 15-20 eran la base fundamental de nuestra investigación. Entre ellas figuraban dos trabajos de un tal Gadow, K.v. que me parecían especialmente imaginativos. Mi sorpresa fue identificar a su autor en la persona que venía a visitarnos.
Aquella estancia fue de un valor incalculable para nosotros puesto que nos permitió reforzar nuestra determinación de establecer redes de parcelas de observación de los ecosistemas forestales y de tratar de dar solución a algunas de las preguntas que la sociedad gallega nos planteaba acerca de nuestros bosques.
El segundo momento clave fue cuando devolvimos la visita e inicialmente mi compañero Roque Rodríguez y posteriormente Alberto Rojo y yo y compartimos despacho, trabajos y esfuerzo con colegas de muchos países del mundo. La dimensión internacional de la Universidad de Göttingen era y es algo envidiable y el ambiente de trabajo conjunto y de estrecha colaboración entre todos, promovida por el Prof. Klaus von Gadow nos hizo darnos cuenta que los retos son similares en todos los ecosistemas forestales, cada uno con sus propias peculiaridades, y la búsqueda en común de soluciones compartiendo datos y experiencias nos permite aprender y avanzar mucho más rápidamente.
De esas estancias salieron relaciones personales muy fuertes que se mantienen en el tiempo y la muestra se puede ver aquí con la presencia de colegas y amigos del otro lado del Océano que han venido a este homenaje de agradecimiento a nuestro Maestro común.
Me gustaría destacar una serie de cualidades que desgraciadamente es poco frecuente que coincidan en una misma persona pero que cuando así ocurre hace de ellas una especie rara que hay que preservar, la de aquellos que trabajan en la línea entre lo que conocemos con evidencias científicas y lo que sólo intuimos. Para ello se requiere un vasto conocimiento de su rama científica, una pasión y una energía contagiosa que permite aunar grupos multi-disciplinares y sobre todo una gran imaginación para plantear líneas de investigación y conceptos nuevos que hacen que ese límite de lo evidenciable se amplíe cada vez más. Bien, pues todas esas cualidades y mucho más que podríamos denominar como una fuerte humanidad (simpatía, buen humor, cordialidad, empatía,…) se dan a la vez en el Prof. Klaus von Gadow y siempre con el apoyo de su familia y de su conciencia crítica, Marga von Gadow.
Puedo garantizarle, Sr. Rector que la Universidad de Santiago de Compostela ha tenido y seguirá teniendo en él a un excelente embajador.
Por supuesto no ha sido nuestro único Maestro y me gustaría aprovechar esta ocasión para agradecer también a todos los demás, nuestros profesores de la UPM, nuestros compañeros de esta Escuela, nuestros colegas de otros centros forestales universitarios y del Centro de Investigaciones Forestales del INIA y una mención especial a dos centros de investigación que son un tesoro a preservar y una fuente inagotable de conocimiento y en los que muchos de nosotros empezamos a investigar, el CIFOR del INIA y el CIF de Lourizán, con los que esperamos y deseamos seguir colaborando en el futuro.
Por último quiero expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos que han hecho posible que aquel proceso iniciado en febrero de 2017 llegara hasta este día. Departamento, Escuela, claustro universitario, Equipos rectorales.