Un artigo transcribe conflitos na vida universitaria de 1866
O profesor Ángel Ruiz Pérez, do departamento de Filoloxía Clásica, Francesa e Italiana, acaba de publicar un artigo en Sarmiento, Revista Galego-Portuguesa de Historia da Educación, editada polas tres universidades galegas, sobre un episodio que aconteceu en 1866 entre un catedrático de grego, Santiago Usoz, e algúns alumnos que protestaron por perder o dereito aos exames ordinarios.
“O centro do traballo é a transcrición dun documento, do Arquivo Histórico Universitario de Santiago, onde se conta a investigación que realizou a propia Universidade, na que se documenta a tensión, nalgúns momentos moi alta, con violencia e graves insultos, nun episodio desgraciado que foi corrixido con prudencia pola propia Universidade” sinala o investigador.
O relato dos feitos
“… entró don Aureliano Pérez y Pérez pidiéndole [al profesor Santiago Usoz] explicaciones por el hecho de no incluirle en la lista de admisibles a exámenes ordinarios, calificando de arbitrariedad el uso del derecho del profesor; que reconvenido por el señor Usoz se retiró con alguna resistencia y que luego oyéronse voces en la galería dirigidas a dicho señor llamándole animal y algunas palabras griegas aunque sin sentido injurioso”, sinala un fragmento da transcrición do documento.
“Que luego que salió de la cátedra se acercó a él el alumno don Joaquín Feijoo Taboada reconviniéndole por el mismo hecho de no ser puesto en lista, y le dijo que no podía juzgarle ni saber si era un sabio o un animal, y a las palabras del señor Usoz diciéndole que aquel no era lugar de pedir satisfacción, dijo a otros que el que la quisiera obtener de dicho señor, que podía pedírsela en otra parte; que por la tarde en el paseo de santa Susana le gritaron y tiraron algunas piedras, y que yendo al anochecer de aquel día acompañado del señor Luanco por calle de Viasacra, se le acercó don Aureliano Pérez y Pérez quien dirigiéndole expresiones inconvenientes le acometió y agarrados estuvieron, aunque sin hacerse daño, hasta que el señor Luanco los separó auxiliado por los señores don Antonio Novoa y don José Varela López que a la sazón por allí pasaban”, reproduce o artigo publicado en Sarmiento.