Concha, la IA de las personas mayores
La tecnología intimida. Pese a la transición imparable hacia lo que los expertos han bautizado como Cuarta Revolución Industrial, en el mundo hay hoy millones y millones de personas sin apenas destrezas digitales. Entre los mayores, la brecha digital es abrumadora. Es por eso por lo que proyectos como Concha, segundo premio en la última edición del Terra Creative Jam, tienen tanto valor.
Las estadísticas no dejan lugar a dudas. Según Eurostat, a comienzos de esta década nueve de cada 10 españoles carecían de habilidades digitales avanzadas. El diagnóstico era especialmente pesimista al analizar el segmento de las personas mayores, donde la brecha digital es aún más latente por falta de formación y la identidad netamente analógica que caracteriza a las generaciones que ya frisan las seis décadas o más.
De nuevo los fríos números ilustran la dimensión del problema. Solo en España, el 20% de la población tiene ya más de 65 años, segúel Instituto Nacional de Estadística.
En este contexto, proyectos como Concha pueden suponer un balón de oxígeno para ayudar a atenuar la brecha digital entre las personas mayores, muy especialmente en aquellas que residen en entornos rurales.
Una IA móvil y sin conexión a Internet
En esencia, Concha es una inteligencia artificial entrenada para ayudar a los mayores en todas esas necesidades, trámites y gestiones que se han digitalizado. Una IA para entender cómo funciona el mundo del presente (y sobre todo del mañana) y para aprender a desenvolverse con soltura dentro de ese universo de unos y ceros que nos rodea.
Pero Concha es mucho más que una IA. Es también una herramienta que no necesita estar conectada permanentemente a Internet para ofrecer soluciones a sus usuarios, una variable esta diferencial respecto de las IAs generativas que tanto éxito cosechan a nivel global. Esa capacidad de operar sin acceso a la Red puede ser de gran valor al acercarse a núcleos rurales donde la conectividad es escasa o, directamente, inexistente.
Y es que esta es la otra singularidad del proyecto Concha. La tecnología ha sido diseñada para viajar dentro de un vehículo (idealmente un tráiler) que pueda desplazarse allí donde sea necesaria.
Ese carácter móvil y autónomo, asociado a la potencia que ofrecen las soluciones de IA, fue lo que llevó al tribunal evaluador del Terra Creative Jam a concederle el segundo premio en la edición celebrada recientemente. Esta iniciativa está promovida por el Campus Terra a través del Área de Valorización, Transferencia e Emprendemento de la USC (AVTE) en colaboración con la incubadora Lug Open Factory.
Detrás del proyecto Concha figura un equipo interdisciplinar formado por una integradora social, un educador social, una artista gráfica y una filóloga hispánica. Emma Lago, Brandán Candal, Joanee García, Jimena Salgado y Youssef Badsi son los creadores de una herramienta que nació por el carácter cada vez más horizontal que tiene el fenómeno de la digitalización.
Lo explican de forma pormenorizada los impulsores del proyecto: «En una sociedad en la que la importancia de la tecnología se acrecienta día a día, es de gran relevancia que toda la sociedad tenga acceso a ella y a conocer su funcionamiento. Concha nace de la idea de querer ayudar a aquellos pequeños pueblos que conforman Galicia, que no son pocos. Sus habitantes tienen derecho a conocer y a aprender habilidades tecnológicas que los ayudarán en su día a día».
En relación con sus planes de futuro, los cuatro coinciden en que si logran aterrizar Concha en el mercado, su objetivo será mejorarla. ¿Cómo? Principalmente, añadiendo más recursos y funcionalidades a la herramienta.