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Javier Bueno: «La mecanización actual permite aumentar la precisión y hacer más sostenibles los procesos de producción agrícola y forestal»

Javier Bueno es investigador y docente del área de Ingeniería Agroforestal en el Campus Terra
Javier Bueno es investigador y docente del área de Ingeniería Agroforestal en el Campus Terra
Javier Bueno, investigador y docente del área de Ingeniería Agroforestal en el Campus Terra, centra sus estudios en la Agricultura de Precisión y en la mecanización agrícola y forestal

En una comunidad global en constante crecimiento, incrementar la productividad y la eficiencia agrarias es ineludible. Dar respuesta a la creciente demanda alimentaria pasa, además, por hacerlo bajo una perspectiva sostenible que permita desarrollar un modelo de producción respetuoso con nuestro medio.

Una de las mejores estrategias para alcanzar estos objetivos es la de la Agricultura de Precisión, que conjugada con una mecanización efectiva del sector agrícola permite, además, hacer frente al contexto de despoblación del rural que vive nuestro país. 

Para ahondar en esta materia tan relevante para los tiempos que corren, conversamos hoy con Javier Bueno Lema, investigador y docente del área de Ingeniería Agroforestal en la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de nuestro campus, miembro del Grupo de Investigación BioMODEM y vicerrector de Coordinación del Campus de Lugo entre 2014 y 2018.

-En los últimos años dirigió proyectos como MilloPreciso, centrado en el cultivo de maíz forrajero en Galicia mediante técnicas de precisión. ¿Qué mejoras concretas aporta la Agricultura de Precisión a este cultivo estratégico en la producción ganadera gallega?

-La Agricultura de Precisión consiste en tomar las decisiones en base a datos con la finalidad de optimizar la producción agrícola y ganadera.

En el caso del maíz forrajero, cuando lo cosechamos con picadoras de forraje equipadas con sensores que permiten medir la producción del cultivo de forma geo-referenciada, obtenemos en torno a 1.000 datos por hectárea que nos permiten conocer con gran precisión el rendimiento en cada zona de la parcela.

Esto posibilita elaborar mapas de rendimiento que pueden ser utilizados para realizar la distribución de semilla, fertilizante o productos fitosanitarios de forma variable, aportando la cantidad correcta en cada zona de la parcela.

Con esta nueva forma de gestionar el aporte de insumos podemos aumentar las producciones, reducir los costes de producción y mejorar la sostenibilidad ambiental del cultivo. 

-Otro de sus proyectos más recientes es PurinPreciso, que aborda la aplicación inteligente de purines como fertilizante. ¿Qué tecnologías están permitiendo optimizar este proceso y reducir su impacto ambiental?

-El purín es un recurso de las explotaciones ganaderas que, utilizado para la fertilización orgánica de los cultivos, permite ahorrar en el uso de fertilizantes minerales. Pero uno de los problemas que tiene es que es un producto heterogéneo, con una composición variable que, a menos que lo analicemos, no sabemos la cantidad de nutrientes que contiene.

En el proyecto PurinPreciso estamos desarrollando un sistema inteligente que, mediante sensores que miden la conductividad eléctrica del purín en el tanque distribuidor, permite conocer la cantidad de nutrientes que contiene y controlar su aplicación en la parcela.

De este modo podemos saber, por ejemplo, los kilos de nitrógeno que estamos aplicando con ese purín por hectárea y regular la dosis para no superar la cantidad que necesita el cultivo. Con eso evitamos sobredosificaciones y el impacto ambiental que provocarían.

-Agrolab_Biogal apuesta por el uso de tecnologías de espectroscopia NIR de bajo coste para el análisis de contaminantes. ¿Hasta qué punto estas herramientas pueden contribuir a una gestión más sostenible de los recursos agroganaderos?

-Con el proyecto de Agrolab-Biogal se va a desarrollar un NIR de bajo coste para tratar de conseguir más precisión que con la medida de la conductividad eléctrica en el análisis de nutrientes del purín.

Los modelos actuales de NIR disponibles en el mercado para montar en tanques distribuidores tienen un coste elevado, por lo que su difusión es reducida. El objetivo es mejorar la precisión, sobre todo en nutrientes como el fósforo donde la conductimetría no ofrece buenos resultados, pero a un coste más asumible para los usuarios.

-Lleva más de tres décadas formando a estudiantes en el ámbito de la mecanización agraria y forestal. ¿Cómo cambió la enseñanza en este campo desde que inició su trayectoria docente en 1991?

-La evolución de la tecnología es constante y, en estos 34 años de experiencia docente, la mecanización fue evolucionando desde el uso de máquinas basadas principalmente en componentes mecánicos e hidráulicos, a un papel cada vez más importante de la electrónica.

Esto fue acompañado de mejoras en la calidad del trabajo, aumentos de la capacidad de trabajo, incremento de la eficiencia, reducción del impacto medioambiental y mejoras en la seguridad y comodidad de los operarios.

La mecanización se adapta a los cambios que acontecen en medio rural. Ante un escenario de cada vez menos población viviendo en las zonas rurales, las máquinas cada vez son más grandes porque las explotaciones también lo son, y menos dependientes de mano de obra, con mayor presencia de la automatización e, incluso, robotización.

La nueva maquinaria agrícola cuenta con una mayor presencia de automatización y robotización
La nueva maquinaria agrícola cuenta con una mayor presencia de automatización y robotización

-Uno de los ejes de su docencia es la Agricultura de Precisión, un campo en plena expansión. ¿Qué competencias considera fundamentales para que los futuros ingenieros agroforestales puedan afrontar los retos de la digitalización agrícola?

-Los futuros ingenieros del medio rural se van a encontrar con que las máquinas cada vez generan más datos al mismo tiempo que hacen los trabajos. Esto es debido a que la presencia de sensores electrónicos que toman esos datos tiene un cose muy reducido en comparación con el precio de la máquina.

La maquinaria agrícola y forestal hoy en día es la mayor fuente de datos digitales y, además, la más barata. Por tal motivo, cada vez tiene más importancia saber analizar y gestionar grandes cantidades de datos digitales para transformarlos en información útil que permita mejorar la eficiencia de los procesos productivos.

Ese es el fundamento de la Agricultura de Precisión, ser más eficientes en la utilización de los recursos (semillas, suelo, agua, fertilizantes...) y producir lo mismo o más con un menor coste y con un mayor respeto ambiental.

Esto se consigue fundamentando la toma de decisiones en datos, en información, en conocimiento. Las nuevas tecnologías van a condicionar la competitividad de muchas producciones agrarias y su supervivencia en el mercado, por lo que su conocimiento va a ser uno de los retos importantes en el futuro.

-Su participación en numerosos proyectos de I+D+i refleja un fuerte componente aplicado de su trabajo como investigador. ¿Cómo se articula la colaboración entre universidad, sector productivo y administraciones en el desarrollo de soluciones tecnológicas para el campo?

-Si las universidades queremos seguir siendo útiles en la formación de los técnicos que van a desarrollar su trabajo en el medio rural del futuro, tenemos que estar en contacto permanente con los sectores productivos, con las empresas y con la administración que las regula.

Esta colaboración es fundamental para adaptar el trabajo docente e investigador a las necesidades de la sociedad que nos financia como universidad pública. Por eso debería tener un mayor peso la transferencia de tecnología en la actividad universitaria.

Los proyectos de investigación e innovación en colaboración con el sector productivo y las administraciones permiten detectar las nuevas necesidades de formación que van apareciendo y estar actualizado en los conocimientos que demanda la sociedad. Estas colaboraciones son fundamentales para estar en contacto con una realidad que cada vez cambia a mayor velocidad.

-En un contexto de cambio climático y exigencias ambientales crecientes, ¿qué papel puede jugar la mecanización agraria y forestal en la transición hacia sistemas de producción más resilientes y sostenibles?

-La introducción de nuevas tecnologías como, por ejemplo, los sistemas de guiado por satélite, el control electrónico de la maquinaria, la robótica y la inteligencia artificial, están provocando que la mecanización cada vez haga los trabajos con mayor eficiencia y precisión.

Esto permite reducir las cantidades de los principales insumos utilizados en la agricultura (semillas, fertilizantes, productos fitosanitarios...) y distribuirlos con mayor precisión.

Como se suele decir, se trata de conseguir aplicar el producto correcto, en la cantidad correcta, en el lugar correcto y en el momento correcto. Con ello se reducen los posibles impactos negativos sobre el medio ambiente que pueden provocar cuando no se gestiona bien la distribución de estos insumos.

La mecanización actual permite aumentar la precisión y hacer más sostenibles los procesos de producción agrícola y forestal.

-Mirando al futuro, ¿en qué líneas de investigación considera que debe focalizarse la ingeniería agroforestal para dar respuesta a los desafíos del sector en los próximos años?

-En la actualidad, el principal problema en las zonas rurales es la disponibilidad de mano de obra. Por lo tanto, mirando al futuro, todas las tecnologías que permitan realizar los trabajos con una menor dependencia de la disponibilidad de personal, con un menor coste de producción, con una mayor eficiencia en el uso de los recursos y con un menor impacto sobre el medio ambiente, van a ser prioritarias para el medio rural.

Los contenidos de esta página se actualizaron el 31.07.2025.