Juan Luis Fernández: «No podemos dejar de lado, nunca, la gran verdad de que “se aprende haciendo”»
Compartir el valiosísimo conocimiento que se genera todos los días en el ámbito universitario es un hecho que debería ser irrenunciable en una sociedad que se quiere abierta al progreso. Sin embargo, no siempre es una tarea fácil.
Luchar contra recursos limitados como el tiempo o la financiación propicia, en muchas ocasiones, que este cometido quede relegado a un segundo plano. Por eso, todos los esfuerzos por establecer canales de comunicación eficaces y accesibles, así como tejer puentes entre la academia y la ciudadanía deben ser reconocidos y celebrados.
Y más se si hacen desde una perspectiva que apuesta por el poder de la mano. Que rescata el valor de la materialidad y de la educación práctica. Algo que Juan Luis Fernández Lorenzo, nuestro entrevistado de hoy, defiende a capa y espada.
Doctor en Biología por la Universidad de Santiago de Compostela, Profesor Titular del Departamento de Producción Vegetal y Proyectos de Ingeniería de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus Terra, miembro del Grupo de Innovación Docente XuvenCiencia y del Grupo de Investigación de Referencia Competitiva AGROFORECOL...
El dilatado currículo de Juan Luis Fernández no es más que un reflejo de una consolidada trayectoria que lleva más de tres décadas pivotando alrededor de un singular microuniverso: el del cultivo in vitro de especies vegetales. Las posibilidades que esta técnica parece ofrecer a nivel científico, medioambiental y económico se antojan inabarcables. Pero también lo son a nivel educativo y divulgativo.
Hoy hablamos con él para que nos abra las puertas de su particular mundo...
-Su actividad científica, a grandes rasgos, pivota alrededor del cultivo in vitro de especies de interés agroforestal y ecológico. ¿Qué ventajas aporta esta manera de trabajar con respecto a las técnicas tradicionales?
-El cultivo in vitro de tejidos vegetales es una biotecnología que puede responder a múltiples objetivos.
Si la finalidad es la clonación masiva de planta seleccionada, comparado con los métodos tradicionales, como el estacaje, el injerto o el acodo, presenta la ventaja de permitir la multiplicación en condiciones controladas y asépticas, en espacios muy reducidos y en un tiempo muy corto.
Pero también puede ser usado con otros fines que las técnicas tradicionales no permiten alcanzar, como la eliminación de virosis en las plantas mediante el aislamiento de meristemas (tejidos responsables del crecimiento vegetal) o el microinjerto.
-¿Qué papel puede jugar la propagación vegetal in vitro en la lucha contra lo cambio climático? ¿Y en la protección de la biodiversidad?
-El cultivo in vitro es una herramienta de gran utilidad en ambos terrenos. Por ejemplo, en condiciones in vitro se puede abordar el estudio y la selección de materiales vegetales más resistentes a la sequía, a la inundación, al frío, a las altas temperaturas o a plagas y dolencias que pueden hacerse más frecuentes a consecuencia del cambio climático.
En cuanto a la conservación de la biodiversidad vegetal, el cultivo in vitro permite crear colecciones de materiales de interés ecológico, económico o científico, tanto manteniendo cultivos activos como conservando el material vegetal a temperaturas extremadamente bajas mediante crioconservación en nitrógeno líquido.
-Usted también trabaja en el rejuvenecimiento de especies vegetales a través de microinjertos in vitro. ¿Cómo se lleva a cabo esta técnica? ¿Cuáles pueden ser sus aplicaciones más inmediatas?
-Hay dos cosas que los/as científicos/as especialistas en cultivo in vitro de plantas conocen desde ya hace unas décadas.
En primer lugar, cuanto más pequeño es el fragmento de meristema (el punto de crecimiento a partir del cual surgen nuevos brotes en las yemas) que se consiga aislar in vitro a partir de material adulto, más rejuvenecidas estarán las plantas que obtengamos de él.
En segundo lugar, si microinjertamos ese meristema sobre un padrón (un portainjertos) juvenil, este último favorecerá el rejuvenecimiento del meristema. Por lo tanto, el microinjerto de meristemas es una de las vías más prometedoras en el rejuvenecimiento de árboles adultos y, al rejuvenecer los árboles, estes pueden ser clonados más fácilmente.
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-Usted es el responsable del Laboratorio de Micropropagación de nuestro campus. ¿Qué labores tienen lugar en estas instalaciones? ¿Puede hablarnos de algún proyecto que esté desarrollándose actualmente en el Laboratorio?
-Desde hace más de dos décadas, nuestro laboratorio se dedica tanto a la docencia como a la investigación. Por él pasan estudiantes del Grado de Ingeniería Forestal y de los Másteres de Agronomía y de Montes. También desarrollan en él sus proyectos de STEM los y las estudiantes de secundaria de diversos institutos de Galicia.
En el campo científico, desarrollamos protocolos de micropropagación de un buen número de especies de interés ecológico y económico, entre las que destaca el castaño (tanto variedades gallegas productoras de castaña certificada como híbridos resistentes a la dolencia de la ‘tinta’, que pueden ser usados directamente para producción de madera o como portainjertos de las variedades). Actualmente, estamos desarrollando investigaciones en el marco de un Doctorado Industrial relacionadas con esta temática.
Pero también producimos clones de morera seleccionados para ser usados como alimentación para el ganado, variedades ornamentales demandadas por viveristas, como acebos híbridos, o plantas de uso medicinal como Arnica montana, entre otras.
Recientemente, participamos en un proyecto de conservación y reintroducción de la especie endémica Centaurea ultreiae, que está presente en un área muy pequeña de los ayuntamientos de Carballo y Coristanco, para proteger a la especie del impacto de la instalación de aerogeneradores en el territorio donde está presente.
Otra línea en la que estamos trabajando, con un cierto grado de altruismo, pues trabajamos en ella con una financiación relativamente reducida, es la creación de una colección in vitro de clones de árboles singulares. En este momento, conservamos in vitro clones de los castaños del “Val da Fonte” (Courel) y “Ramil” (Triacastela), que se calcula que pueden tener alrededor de 500 años, y también un clon del ciprés de A Capela do Salvador (Samos), con una edad pareja. En este caso, al interés científico (genético, ecológico...) se suma el interés social y cultural.
-Francia, Alemania, China, Italia, Bosnia-Herzegovina… Usted posee un currículo en el que destaca un extenso número de estancias internacionales, tanto como investigador como docente. ¿Qué papel juegan este tipo de experiencias en la trayectoria profesional y personal del personal investigador? ¿Con qué se queda de estas vivencias en el extranjero?
-La importancia profesional es evidente. Conocer de primera mano cómo se desarrolla la investigación en otros países y establecer intercambios y colaboraciones científicas en los ámbitos comunes de trabajo es primordial. La experiencia docente en el extranjero es un plus que no se puede menospreciar. Tengo la convicción de que toda esa experiencia acumulada en lugares y culturas más o menos distantes tiene un peso muy importante y positivo en el enfoque de la docencia en nuestra universidad.
Pero tengo que ser sincero y admitir que, por encima de todo, ese intercambio es tremendamente enriquecedor a nivel personal. Salir de la burbuja de tu vida cotidiana y sumergirte con la gente de lugares y culturas distantes, en el trabajo y en el resto de las actividades diarias, te proporciona una perspectiva mucho más amplia y rica sobre todo lo que te rodea.
-En el marco de XuvenCiencia y XuvenLab, usted diseñó un kit de investigación para que chicos y chicas de la ESO y Bachillerato pudiesen conocer de primera mano el particular universo del cultivo in vitro de especies arbóreas. ¿Qué actividades se pueden realizar gracias a este kit? ¿Qué importancia puede tener este tipo de recursos en la educación de las generaciones futuras?
-Desde hace ya casi 15 años, las y los docentes que integramos el Grupo de Innovación Docente XuvenCiencia estamos entregados en cuerpo y alma a la tarea de hacer la investigación en la Universidad transparente a la sociedad, y muy especialmente a las chicas y chicos que estudian en los centros de enseñanza no universitarios, para abrirles el mundo de la ciencia de una manera activa y colaborativa y para despertar en ellas y en ellos la vocación científica, el interés por conocer y hacer, o cuanto menos, para proporcionarles un punto de vista científico del mundo que les rodea de una manera clara y amistosa.
Y entre las herramientas que nos ayudan a conseguir esos objetivos están los Kits científicos que fuimos desarrollando a lo largo de estos años y que ahora proporcionamos a través de XuvenLab.
Concretamente, el actual Kit Vitroplant permite realizar a lo largo del curso académico, en los centros de enseñanza secundaria, al menos 8 actividades relacionadas con el cultivo in vitro de plantas, como la preparación de medios de cultivo, el establecimiento y multiplicación in vitro de explantes, el enraizamiento in vitro o in vivo, llegando hasta la aclimatación de las vitroplantas, para que estas puedan desarrollarse en la naturaleza.
Nosotros pensamos que en este mundo actual en el que las TIC juegan un papel central como recurso para el estudio no podemos dejar de lado, nunca, la gran verdad de que “se aprende haciendo”, y nuestros Kits están diseñados bajo esa filosofía. Las chicas y chicos tocan la ciencia con sus propias manos.