El grupo de investigación Farmatox del Campus Terra de la USC participa en un proyecto europeo sobre toxinas en el Atlántico
El grupo de investigación Farmatox (Toxinas marinas: Mecanismos de Transducción, usos terapéuticos y métodos de detección) del Campus Terra de la USC, coordinado por el catedrático del Departamento de Farmacología, Farmacia y Tecnología Farmacéutica en la Facultad de Veterinaria, Luis M. Botana, participa como integrante de un consorcio internacional liderado por el Centro Interdisciplinar de Investigación Marina y Ambiental de la Universidad de Oporto (CIIMAR) en el desarrollo del programa europeo Emertox, a través del que se pretende estudiar la aparición y los posibles efectos de tóxicos emergentes en las aguas del océano Atlántico que se acopian en bivalvos y pescados, cuya ingestión puede deparar problemas de salud en humanos.
La participación del equipo de investigadores integrados en el grupo Farmatox (GI-1682 de la USC) en el marco del proyecto Emertox, un programa financiado con fondos europeos al amparo de la estrategia Horizonte 2020 y que cuenta con cerca de un millón de euros de presupuesto, se centra en la coordinación del paquete de tareas relacionadas con el desarrollo de nuevos métodos de detección de tóxicos marinos.
El proyecto Emertox, que echó a andar a mediados de abril en Cabo Verde y que involucra un consorcio de 15 centros de investigación y empresas de España, Francia, Reino Unido, Italia, República Checa, Cabo Verde, Marruecos y Túnez, tiene una vigencia de cuatro años. Durante este período, los equipos de investigación implicados en el proyecto Emertox estudiarán, entre otras, algunas de las toxinas emergentes (tetrodotoxinas, palitoxinas y ciguatoxinas) presentes en los microorganismos (bacterias y microalgas) causantes de las mareas rojas, elementos tóxicos sin incidente negativo en las especies (bivalvos, pescados y o invertebrados) en las que se hospedan o acopian, pero que sí pueden provocar episodios de intoxicación en humanos.
Las consecuencias que puede tener para la salud humana la ingestión de moluscos y pescados contaminados con este tipo de toxinas son múltiples y diversas, ya que, en función de que toxina se trate, pueden deparar problemas gastrointestinales (vómitos, diarrea, dolor de cabeza) e incluso pérdida de memoria, aparición de tumores o hasta incluso parálisis muscular con desenlace fatídico.
La presencia de toxinas marinas está tradicionalmente asociada con la existencia de agua caliente, en zonas tropicales del Pacífico, Índico e incluso del océano Atlántico, pero factores como el calentamiento global, o el incremento del tránsito marítimo han provocado en las últimas fechas la aparición y el aumento de la presencia de este tipo de toxinas emergentes en áreas costeras y oceánicas antes poco habituales.
Otras de las aportaciones que pretenden los socios del consorcio internacional implicados en el proyecto Emertox alcanzan la realización del mapeo de toxinas y organismos en aguas del Atlántico Norte y del Mediterráneo, así como al desarrollo de modelos de previsión de su evolución en diversos escenarios de calentamiento global. El conocimiento adquirido tras esta fase de estudio exhaustivo será también de importancia capital a la hora de prestar asesoramiento a las autoridades nacionales y europeas, tales como la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, e incluso para recomendar cambios legislativos o nuevas necesidades en el seguimiento de estas toxinas.